Ramen Bar es un bar que sirve ramen
Ramen Bar se llama este bar de barrio que sirve ramen. Su idea está claro, y en verdad no hace falta más. Están bien las cartas generosas y las decoraciones espectaculares. Pero a veces uno solo quiere ir a un bar a comer un ramen bueno. Y que te traten bien (porque te tratan muy muy bien) y que no te dejes un pastizal en el proceso.

Ramen Bar es una de las estrellas que llevaba más tiempo en mi Google Maps, en la Calle General Palanca 42. Puedes pasar por su puerta y no saber que dentro sirven ramen. Entras y aún así dudas, no parece ser diferente de cualquier otro bar estándar. Pero lo es, al menos por su carta. En un Madrid cada vez más imposible para cenar de improviso nos hicieron hueco y matamos dos pájaros de un tiro.

Poco pero bueno en el Ramen Bar
La carta del Ramen Bar es escueta como pocas. Como su nombre indica hacen ramen, tres versiones: ramen de ternera, de pollo y vegetal. Todos por 9,50 euros. Probamos el ramen de ternera. No creo que sea el mejor ramen de Madrid, pero es un buen ramen y a veces eso sirve de sobra. Está más que rico y es una cantidad generosa. Tenéis que probarlo.

El ramen está bueno. Viene con fideos tipo udon y con un huevo frito con la yema en el punto perfecto para romperla y mezclarla con el caldo, que está rico y no es fuerte. Es un ramen que cuando te llega piensas que es como el que harías en tu casa, pero no lo vas a conseguir. O tal vez sí, enhorabuena si es el caso.

Además de las tres opciones del plato principal, en el Ramen Bar puedes elegir seis entrantes y acompañamientos. Hay gyozas, de las que hablan maravillas. Dos tipos de kaifan, de pollo o de ternera. Rollitos vegetales y tempura de langostino. Y pollo frito, que fue nuestra elección (5 euros). Está bueno, pero quizás no sea el mejor entrante. Si volvemos pediríamos otra cosa.