Cocidos en barro: todo el cocido madrileño que quieras
El cocido madrileño es un plato que no desaparece de nuestra región. Es más, parece que incluso cada vez es más popular. En Cocidos en barro puedes disfrutar de un tradicional cocido madrileño con un extra: podrás comer todo el que quieras. Puedes repetir, puedes pedir más, puedes satisfacerte hasta donde quieras llegar. ¿Quieres más sopa? Pues más sopa. ¿Más garbanzos? Pide. Y después siesta de pijama.

Cocidos en barro es un pequeño restaurante del barrio de Canillejas en el que la estrella es su cocido madrileño sin límite. Un cocido con sus tres vuelcos, como debe ser. Sopa, garbanzos y verduras, carne. Todo, como dice su nombre, cocido en barros de Pereruela y a fuego muy lento durante 8 horas. Y con sus piparras en la mesa cuando llegas para darle un puntito a la comida. Está en la Calle Alcalá 579.

Cocido madrileño sin limites en Cocidos en barro
Cuando te sientas a la mesa van a venir a explicarte qué te vas a encontrar. Tres vuelcos de cocido, ingredientes de la tierra, de los mejores. El primer vuelco es la sopa. Con sus fideos bien ricos. Noté un poquito de grasa, pero nada que cancele el sabor intenso y delicioso de la sopa. Servida en uno de los barros, que la mantiene caliente toda la comida.

Después te llegan los garbanzos y la verdura. Los garbanzos son de dos tipos: Pedrosillano y Leonés. Esto es raro verlo. En la cazuela de verduras te van a poner repollo de huerta de Griñón, patata gallega cocida en caldo y zanahoria de Rota.

Tercer vuelco: las carnes. Enorme bandeja la que viene cargada de morcillo delantero de ternera Rubia Gallega, 2 tipos de punta, 2 tipos de tocino ibérico, 2 tipos de chorizo asturiano (dulce y picante), 2 morcillas diferentes, gallina pularda. Qué festín te puedes dar, porque recuerda que si se acaba puedes pedir más.

Luego, si eres capaz, podrás intentar comer algo de postre. Tienen tarta de queso y de chocolate que pueden ser una buena opción. Alguna más que ahora no recuerdo.


Algunas opciones más en su carta
En Cocidos en barro el cocido madrileño es su fuerte, pero tienen más opciones que son interesantes. Tienen tres de los platos tradicinales primos del cocido por sabor, pasión y contundencia: la fabada asturiana, el pote gallego y el cocido lebaniego. Y más opciones más que suenan también apetecibles: entrecot y chuletón de ternera. Todos estos platos tienes que avisarlos con antelación. También tienen cecina, queso de cabra, mouse de pato y anchoas del Cantábrico.
Si todo esto que has leído te suena bien y quieres ir a Cocidos en barro lo mejor es que reserves. Su local es pequeño. Unas 8 o 10 mesas. Tienen dos turnos de comida, te recomendamos el segundo para que no haya tanta prisa y puedas desentenderte un poco más del reloj. Y luego a asentarlo con un paso por las cercanas quintas de Torre Arias y Los Molinos.