Can Pizza, la masa es el secreto de sus increíbles pizzas
De nuevo hemos intentado ir al que dicen es uno de los mejores lugares para comer pizza en Madrid. Nuevamente fracasamos en el intento. Pero de todo fracaso sale un triunfo, ojalá. Can Pizza no era la opción primera, pero acabar allí fue una genial salvada. Teníamos la intuición de que era un buen sitio, reseñas de Google mediante, ahora lo confirmamos.

Can Pizza es un local de pizza napolitana en Madrid que conocíamos de nombre y ahora recomendamos sabiendo lo que dan. Can Pizza es una cadena catalana de pizzerías que busca respetar la pizza haciendo las mejores, y haciéndolas mejores. ¿Son las mejores de Madrid? No, pero sin duda son de las mejores. Pizza de, por y para todos. Dos veces reconocidos como la Mejor Pizza de España, los 16º del mundo. En Barcelona tienen 8 locales, en Ibiza otro, y el de Madrid está en pleno Chamberí. A pocos pasos de Olavide, en la Calle Santa Engracia 43.

Es un local amplio, con grandes ventanales a la plaza. Más de 60 personas dentro a la vez. Todo muy de diseño de marca, moderno bien, urbanita, todo en el buen sentido. Personal ajetreado porque no paran de hacer pizzas para tomar y para llevar. Si quieres mesa asegurada lo mejor es reservar, pero improvisando puedes tener suerte. Tratarán de hacerte hueco seguro. El servicio es un equipo maravilloso, atento y dispuestos a ayudar.
Agitando la masa en Can Pizza
Las pizzas que hacen en Can Pizza se basan en el respeto a este plato para expandirlo y degustar a partir de ahí. Expandirlo no quiere decir olvidarse de las combinaciones tradicionales. Están bien presentes. Quiere decir llevar su sabor más allá. Uno de sus secretos es su masa fermentada durante 72 horas para que la textura al cocinarla y al comerla sea perfecta. Tienen pizzas clásicas, pizzas innovadoras, pizzas veganas, pizzas rojas (sin mozzarella) y pizzas blancas (sin salsa de tomate).

La primera pizza que probamos fue la John Sparrowgo (14,80 euros). Una de sus pizzas blancas en las que tienes una combinación de guanciale, scamorza, pecorino y pesto de tomate seco que rematan con espárragos, dos huevos y pimienta y tomillo. Suena arriesgada, pero es apuesta ganadora.

También elegimos de su amplísima carta una de las que llaman clásica, aunque no es nada tradicional. La Shitake (15 euros). Una pizza funghi de base, algo bastante normal, pero en la que salen a jugar con el shitake, que le da el punto de sabor diferente. Mozzarella, tomate, ricotta, rúcula horneada, jamón york, champiñones y parmesano.

La Mortazza (16 euros) fue la tercera pizza de esta primera visita a Can Pizza. Y fue la mejor de todas. Una pizza blanca tradicional y popular. Estaba increíble, con toda sinceridad. Esta pizza tiene como protagonista a la mortadella, que ya de por sí está riquísima. Pero le añaden salsa de trufa, stracciatella (no es el helado), pistacho y pimienta negra.

Aparte de las pizzas, nos atrevimos con un antipasto edición limitada: el boniato (7,50 euros). Suena sencillo, pero eso no le quita que sea una opción muy a considerar: es ligero y está muy rico con el acompañamiento de la salsa de gorgonzola, avellanas, rúcula, sal Maldón y pimienta negra. El postre se nos quedó pendiente, pero el tiramisú sonaba muy bien.